
¿Es tonto suponer que se ha conspirado para quitar a Garzón, y al mismo tiempo, al caso Gürtel, del escenario político? ¿No falta a la ética judicial que una persona asociada a movimientos contrarios a la exhumación de los restos de las víctimas del franquismo y que al mismo tiempo es patrono de honor de una organización cercana a la organización querellante sea uno de los que admitan a trámite una querella que la misma fiscalía aconsejó desestimar?
La razón nos indica que algo se mueve debajo de las aguas visibles, algo extraño y quizás más corrupto que los hechos de la trama Gürtel y que es no solo necesario, sino indispensable, esclarecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario