sábado, 3 de noviembre de 2007

en defensa de lo simple

¿Qué es lo que permite que un tren se mueva? Por empezar, la existencia de una vía, luego, el principio de acción y reacción formulado por Isaac Newton, la rueda, un conductor y por último un motor. Básicamente un tren es eso y quitando lo de Newton y agregando el chu-chu, aunque ya no quedan trenes que hagan chu-chu, es como solemos explícarselo a un niño. Y el niño nos entiende tanto, que si lo llevamos junto a una vía y ve pasar un tren lo señala y dice "¡mira papá! Un tren". ¿Es necesario conocer todos los vericuetos técnicos que conforman el sistema de propulsión de un tren para poder identificarlo? No, eso solo nos permitiría clasificarlo y aún así nos basta saber con que combustible se le impulsa sin necesidad de saber los artilugios que aprovechan la energía producida por este combustible. Vemos el mundo de manera simple, sin embargo no nos damos cuenta. Vemos al mundo a través de paradigmas esquemáticos que hemos ido estableciendo en nuestra inteligenca, es el paradigma lo que nos permite entender un garabato como un ser humano, asociar un cuello largo a una jirafa, sentir un ruido y asociarlo a un hecho.

Por supuesto, el paradigma no nos libra de cometer errores, pero facilita y agiliza nuestra comprensión de las cosas, nuestra capacidad de absorber y ampliar nuestro almacén de paradigmas se llama aprendizaje, la facilidad con la cual aceptamos e incorporamos un nuevo paradigma puede llamarse adaptabilidad si es elevada o inadaptabilidad si es escasa.

La posición de quien intenta comprender para usar es muy distinta de la posición de quien intenta comprender para fabricar o crear. Al primero le bastan con los principios básicos que definen una cosa al otro le es necesario meterse en el mecanismo de la cosa para intentar o bien reproducirla o bien mejorarla.

Ahora veamos un ejemplo de paradigma. Uno de los esquemas más básicos que tenemos es el de asociar la luz al día y la oscuridad a la noche, sin embargo existe la luz artificial y de noche también hay luz, el ser humano entonces asocia el día a la presencia del sol y la noche a su ausencia y se acostumbra a este hecho, es decir, incorpora una modificación a su paradigma. En cambio algunos animales no, su esquema le sigue diciendo que la luz es día, que la falta de luz es noche. Esa es la razón por la cual los criaderos de gallinas ponedoras tienen la luz encendida todo el tiempo. Para la gallina si hay luz es de día y entonces se alimenta y pone más huevos.

Sin embargo veamos otro paradigma pero de distinta manera. Una persona A mata a una persona B ¿Qué ha sucedido?
--Pues, ha ocurrido un
asesinato-- dice un observador.
--No -- dice otro--, es un
homicidio...
--¿Cuál es la diferencia entre asesinato y homicido?-- pregunta el primer observador.
--Que el homicidio es matar a una persona pero el asesinato es matarla con alevosía y premeditación, entre otras cosas--, responde el segundo observador.
--¡Ah! --Dice el primero--, el asesinato es como un homicidio pero agravado.
--No --dice el segundo observador--, son dos delitos distintos...

¿Ven? Ya la complicamos. Esta es nuestra naturaleza, complicar las cosas, y ese es también nuestro error, tendemos a abrir mil ramas para intentar explicar un fenómeno con, por lo general, el único y puro motivo de tener la razón.

¿Otro ejemplo? Allá vamos ¿Qué es la inflación? La inflación, originalmente, era la pérdida de valor del dinero por falta de respaldo. Ejemplo. Tengo un millón de onzas de oro y emito un millón de billetes, cada billete vale, por lo tanto, una onza de oro. Luego, por razones que no vienen al caso emito otro millón de billetes por lo cual cada billete pasará a valer media onza de oro ¿Lógico no? Pero hoy día los billetes no tienen patrón oro ni ningún otro patrón, se emiten sin respaldo, es decir que si hemos reemplazado uno de los factores que componían la
razón billete (cantidad de oro/cantidad de billetes=valor del billete) también ha de cambiar el resultado de esta razón. ¿Qué es la inflación, entonces, en la actualidad? Podemos decir que la inflación es la medida de la confianza de la gente en la moneda emitida por el Estado ¿Sencillo no? Pero si se le pregunta a un economista este les dirá que el valor de la moneda está regulado por las leyes de la oferta y la demanda y que cuando la oferta de billetes supera la demanda el valor de este billete disminuirá (tal y como está pasando con el dólar hoy). Nosotros preguntamos qué es la inflación, ellos nos responden con el mecanismo de la inflación.

Es lo mismo que si un niño nos pregunta ¿Qué es un tren? Y le contestamos con todos los detalles técnicos que constituyen un tren. Aparte de interminabe, la respuesta dejaría al niño con dolor de cabeza.

Las cosas son simples, siempre lo son ¿Ejemplo otra vez? Vamos para allá. Si todos los diarios de España dijeran a un tiempo que el sistema bancario español está al borde de la bancarrota la gente creería esto y se produciría la debacle bancaria. ¿Importan los mecanismos de este hecho? Seguramente a un estudioso de sociología sí, a él le interesa saber porque la gente reacciona de una determinada manera pero cualquier persona respondería que obramos así porque tenemos miedo.

Este mecanismo, tan sencillo, explica miles de cosas. La xenofobia, por ejemplo, se consigue haciendo creer a la gente que los imigrantes vienen a dejarlos sin trabajo porque son "mano de obra barata". La discriminación se consigue diciendo que tal o cual colectivo es típicamente mafioso (gitanos, por ejemplo).
Hitler consiguió que se le votara descargando la culpa de los males de Alemania en las espaldas de los judíos y los comunistas, entre otros. Si despertamos el miedo hacia algo, la gente reaccionará contra ese algo. Es simple, fácil de entender y muy utilizado.

En los EE.UU se ha conseguido aprobar una ley tan anti-democrática como la
Patriot Act gracias al miedo al terrorismo. Las cosas que se pueden hacer bajo esta ley son propias de un estado despótico pero casi nadie se atrevió a hablar contra ella en su momento porque desde los medios de comunicación y porque la propaganda gubernamental planteó las cosas como un ellos o nosotros. No les costó mucho, simplemente cambiaron uno de los enemigos de la guerra fría por otro. en lugar de la ecuación Mundo Libre o Comunismo tenemos la ecuación Mundo Libre o Terrorismo. A iguales factores de la razón igual resultado (alguien recordará el Macarthismo ¿No es así?), reducción la libertad individual, mantenimiento de los gastos de defensa, etc.

Es el planteamiento de ellos o nosotros lo que despierta el miedo, algo simple de entender, y el entenderlo facilita el evitar la manipulación. Pero no es tan fácil descubrir la rama correcta si nos dan todo un árbol y mucho menos si nos dan todo un bosque. De allí que surjan esas falsas diferencias entre homicidio y asesinato porque el asesinato es, inexorablemente, un homicidio (la palabra homicidio tiene sus raíces en la frase "
hombre caído") Luego sí, podemos plantear todas las diferencias que se nos ocurran partiendo de este tronco común para determinar la pena más apropiada al tipo de homicidio cometido. La letra pequeña en los contratos ¿Para que sirve? Para desanimar de leerlas a quien ha de firmarlo, esa es su intención, no la de ahorrar espacio como supuestamente se cree, sin embargo todos los jueces aceptan que existan letras pequeñas en los contratos y suponen que la obligación del firmante es haberla leído. ¿No debería ser la obligación de quien hace ese contrato utilizar siempre el mismo tipo de letra? A porpósito, los grandes hombres de negocios exijen contratos sin letras pequeñas pero en el caso de tener que analizar uno, es lo primero que leen.

--Los candidatos a presidente deberían estar obligados a cumplir sus promesas electorales --, dice alguien.
--¡Ah! No es tan simple--, le responden. ¿Por qué? Porque esa es la única forma en la cual pueden llegar a ser presidentes ciertos candidatos, sino todos, además, les obligaría a prometer solo aquello que son capaces de lograr con lo cual no dejarían a nadie contento.

Las cosas se complican no accidentalmente, en la ley se complican para dejar puertitas abiertas que aprovechar para romperla, cuando más complicada la ley más fácil darle más de un interpretación, la obligación de un abogado no es procurar que se haga justicia, sino procurar que su defendido quede libre utilizando todas las herramientas legales a su alcance, y esto es de conocimiento general. Los impuestos se complican para que el hombre común no pueda seguirles el rastro, es muy difícil que un ciudadano de cualquier país sepa, fehacientemente, cuanto está pagando para mantener el Estado.

Complicar los hechos permite tergiversarlos y hacerlos decir lo que en verdad no dicen y queda para el ciudadano de a pie el caminar por el bosque hasta encontrar la única rama que no produzca un fuego fatuo.

Y esa tarea, para muchos, adopta el color de lo imposible.

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