Se define la palabra “percepción” como a una sensación interior nacida de una impresión material hecha en nuestros sentidos y como el conocimiento o la idea que de ella proviene. El hecho de que al percibir una cosa o hecho tengamos sensaciones y emociones asociadas ha servido de base para más de un discurso filosófico acerca de la realidad. Para Lacan, por ejemplo, la realidad está compuesta de las cosas tal y como son percibidas por los seres humanos, subjetivamente, mientras que “lo real” estaría compuesto de las cosas tal y como son independientemente de la percepción humana. Muchos otros seguidores de distintas doctrinas han discutido acerca de lo que es la realidad, los solipsistas y los budistas entre ellos.
Para el hombre de la calle, léase nosotros, la realidad es lo que podemos ver, tocar, sentir a través de nuestros sentidos o comprender a través de nuestras mentes. La palabra burocracia define, por ejemplo, a un ente abstracto que posee, para el hombre de la calle, entidad propia. Podemos percibirla (sufrirla) aunque no podamos verla. De la misma forma un mismo hecho puede ser percibido de dos formas completamente diferentes por dos personas distintas. El político Tal bien puede ser percibido como el salvador de la patria por A y como el traidor a la patria por B. Esto sucede porque si bien A y B observan la misma realidad la observan desde puntos de vista diferentes, lo que para B es acertado para A es un error y viceversa, de allí la distinta percepción de un mismo hecho.
Si llamáramos paradigma al conjunto de experiencias, creencias y valores que conforman el modelo o patrón que influye en la manera en que una persona percibe y responde a "lo real", bien podríamos concluir que esa persona considerará “bueno” al político que más se acerque a su modelo y “malo” al político más alejado al mismo. A su vez deberíamos aceptar que dos personas no poseerán paradigmas idénticos, pero que sus paradigmas si presentarán rasgos de semejanza. Podemos entonces concluir que cuando más rasgos de semejanza presenten dos paradigmas, más probable es que dos personas logren llegar a concordar las diferencias existentes entre sus puntos de vista mientras que si los paradigmas son por completo desemejantes el concordar es prácticamente imposible.
Sin embargo, en el aspecto religioso nos encontramos que si bien la mayoría de las religiones poseen paradigmas similares no suelen concordar jamás, sino más bien oponerse entre ellas o, como máximo, ser tolerantes con la existencia del otro. Esto sucede porque la mayoría de las religiones sostienen que su manera de hacer las cosas es la correcta, no hay más. Aceptar un “acuerdo” con otro culto los conduce a aceptar que en el otro culto hay también parte de verdad cosa verdaderamente inaceptable. Para la religión no es el paradigma lo importante, no es el modelo, sino la forma en la que uno se acerca a ese modelo. Dicho de otra forma, consideramos que si dos semillas dan como resultado una planta de trigo ambas semillas son de trigo, pero desde el punto de vista religioso importa más para donde se inclina la espiga, la cantidad de granos, la forma y tiempo en que ha crecido, que el producto final en sí.
Es decir que desde el punto de vista religioso dos semillas de las cuales germina trigo no son dos semillas de trigo necesariamente. Cuando más se encierra un practicante religioso en su paradigma, mas se convierte en un fanático, más difícil es concordar con él. Esto nos lleva a concluir que el apego a un paradigma conduce al fanatismo y que ese mismo apego, al evitar que podamos perfeccionar el modelo adoptando puntos de vista más o menos similares pero no idénticos, conducen al inmovilismo. Ese inmovilismo, esa cerrazón a toda otra opinión que difiera, aunque sea levemente, de nuestro paradigma es lo que define a un fanático.
A su vez, si aceptamos que cada uno tiene un paradigma distinto, semejante o no al de quienes nos rodean, deberíamos aceptar que no hay una sola realidad sino que estas son infinitas ya que la interpretación de cada conjunto de hechos depende del paradigma de quien observa a estos hechos ¿Cómo podemos, entonces, decir que la realidad es? Lo real es, independientemente de que lo observe, o no, un ser humano. Dicho de otra forma y excepto para los solipsistas una vez que nos muramos el mundo seguirá andando, independientemente de que estemos, o no, en él. Podemos decir, entonces, que existe un conjunto de hechos y cosas que es real, independientemente del observador, y que los observadores tienen percepciones distintas de ese conjunto, percepciones más o menos alejadas de él. Sin embargo estas percepciones coinciden con lo real en mayor o menor medida, es decir que todas las percepciones excepto, quizás, la de los locos, abarcarán una porción de lo real. Esto nos conduce a decir que si lográsemos conocer todas las percepciones y si pudiésemos erradicar, de manera objetiva, las partes de ellas que no coinciden con lo real, tendríamos la más exacta visión de lo real posible.
¿A dónde nos conduce esto? Nos conduce a inferir que es la suma, no la resta, lo que nos permite acercarnos a la verdad en cuanto a lo real, que el aislamiento y el fanatismo nos alejan de esa verdad, de lo real, y que aquello en lo cual coincidamos todos tiene más probabilidad de ser cierto que aquello en lo cual pocos coincidan.
Pero entonces surge la paradoja mayor acerca del paradigma y de las percepciones ¿Qué sucedería si todos coincidiéramos en una idea falsa? Esto es posible y de hecho una vez en la historia todos coincidían, al menos la mayoría, en que la tierra era plana y en que los planetas y el sol giraban a nuestro alrededor. El paradigma depende del conjunto de conocimientos que se poseen en una época determinada, el modelo o ejemplo que tenemos como patrón depende de nuestro conjunto de conocimientos y depende de nuestra predisposición al aprendizaje, al querer saber más de lo que sabemos. Esto implica que el paradigma si bien nos es útil puede también ser nuestro enemigo si dejamos de aprender y de considerar cosas que escapen o queden fuera de él.
Lo importante, desde mi óptica, es comprender que tenemos un modelo o patrón a través del cual interpretamos los hechos y que un hecho que no concuerde con este modelo no ha ser rechazado o eliminado de cuajo, sino analizado y estudiado con espíritu abierto para entenderlo y sumarlo a nuestro bagaje de herramientas y obtener, así, una mejor visión de las cosas.
Y esa suele ser la razón de la ciencia, tomar lo incomprensible, lo inexplicable, e intentar comprenderlo y explicarlo pese a que antes haya existido quien dijese que no. Uno de los postulados de la ciencia es la no aceptación del principio de autoridad lo que significa que el que alguien haya dicho antes A y demostrado A no es un impedimento para decir ahora B demostrando B con nuevas herramientas y conocimientos que antes no se poseían.
Para el hombre de la calle, léase nosotros, la realidad es lo que podemos ver, tocar, sentir a través de nuestros sentidos o comprender a través de nuestras mentes. La palabra burocracia define, por ejemplo, a un ente abstracto que posee, para el hombre de la calle, entidad propia. Podemos percibirla (sufrirla) aunque no podamos verla. De la misma forma un mismo hecho puede ser percibido de dos formas completamente diferentes por dos personas distintas. El político Tal bien puede ser percibido como el salvador de la patria por A y como el traidor a la patria por B. Esto sucede porque si bien A y B observan la misma realidad la observan desde puntos de vista diferentes, lo que para B es acertado para A es un error y viceversa, de allí la distinta percepción de un mismo hecho.
Si llamáramos paradigma al conjunto de experiencias, creencias y valores que conforman el modelo o patrón que influye en la manera en que una persona percibe y responde a "lo real", bien podríamos concluir que esa persona considerará “bueno” al político que más se acerque a su modelo y “malo” al político más alejado al mismo. A su vez deberíamos aceptar que dos personas no poseerán paradigmas idénticos, pero que sus paradigmas si presentarán rasgos de semejanza. Podemos entonces concluir que cuando más rasgos de semejanza presenten dos paradigmas, más probable es que dos personas logren llegar a concordar las diferencias existentes entre sus puntos de vista mientras que si los paradigmas son por completo desemejantes el concordar es prácticamente imposible.
Sin embargo, en el aspecto religioso nos encontramos que si bien la mayoría de las religiones poseen paradigmas similares no suelen concordar jamás, sino más bien oponerse entre ellas o, como máximo, ser tolerantes con la existencia del otro. Esto sucede porque la mayoría de las religiones sostienen que su manera de hacer las cosas es la correcta, no hay más. Aceptar un “acuerdo” con otro culto los conduce a aceptar que en el otro culto hay también parte de verdad cosa verdaderamente inaceptable. Para la religión no es el paradigma lo importante, no es el modelo, sino la forma en la que uno se acerca a ese modelo. Dicho de otra forma, consideramos que si dos semillas dan como resultado una planta de trigo ambas semillas son de trigo, pero desde el punto de vista religioso importa más para donde se inclina la espiga, la cantidad de granos, la forma y tiempo en que ha crecido, que el producto final en sí.
Es decir que desde el punto de vista religioso dos semillas de las cuales germina trigo no son dos semillas de trigo necesariamente. Cuando más se encierra un practicante religioso en su paradigma, mas se convierte en un fanático, más difícil es concordar con él. Esto nos lleva a concluir que el apego a un paradigma conduce al fanatismo y que ese mismo apego, al evitar que podamos perfeccionar el modelo adoptando puntos de vista más o menos similares pero no idénticos, conducen al inmovilismo. Ese inmovilismo, esa cerrazón a toda otra opinión que difiera, aunque sea levemente, de nuestro paradigma es lo que define a un fanático.
A su vez, si aceptamos que cada uno tiene un paradigma distinto, semejante o no al de quienes nos rodean, deberíamos aceptar que no hay una sola realidad sino que estas son infinitas ya que la interpretación de cada conjunto de hechos depende del paradigma de quien observa a estos hechos ¿Cómo podemos, entonces, decir que la realidad es? Lo real es, independientemente de que lo observe, o no, un ser humano. Dicho de otra forma y excepto para los solipsistas una vez que nos muramos el mundo seguirá andando, independientemente de que estemos, o no, en él. Podemos decir, entonces, que existe un conjunto de hechos y cosas que es real, independientemente del observador, y que los observadores tienen percepciones distintas de ese conjunto, percepciones más o menos alejadas de él. Sin embargo estas percepciones coinciden con lo real en mayor o menor medida, es decir que todas las percepciones excepto, quizás, la de los locos, abarcarán una porción de lo real. Esto nos conduce a decir que si lográsemos conocer todas las percepciones y si pudiésemos erradicar, de manera objetiva, las partes de ellas que no coinciden con lo real, tendríamos la más exacta visión de lo real posible.
¿A dónde nos conduce esto? Nos conduce a inferir que es la suma, no la resta, lo que nos permite acercarnos a la verdad en cuanto a lo real, que el aislamiento y el fanatismo nos alejan de esa verdad, de lo real, y que aquello en lo cual coincidamos todos tiene más probabilidad de ser cierto que aquello en lo cual pocos coincidan.
Pero entonces surge la paradoja mayor acerca del paradigma y de las percepciones ¿Qué sucedería si todos coincidiéramos en una idea falsa? Esto es posible y de hecho una vez en la historia todos coincidían, al menos la mayoría, en que la tierra era plana y en que los planetas y el sol giraban a nuestro alrededor. El paradigma depende del conjunto de conocimientos que se poseen en una época determinada, el modelo o ejemplo que tenemos como patrón depende de nuestro conjunto de conocimientos y depende de nuestra predisposición al aprendizaje, al querer saber más de lo que sabemos. Esto implica que el paradigma si bien nos es útil puede también ser nuestro enemigo si dejamos de aprender y de considerar cosas que escapen o queden fuera de él.
Lo importante, desde mi óptica, es comprender que tenemos un modelo o patrón a través del cual interpretamos los hechos y que un hecho que no concuerde con este modelo no ha ser rechazado o eliminado de cuajo, sino analizado y estudiado con espíritu abierto para entenderlo y sumarlo a nuestro bagaje de herramientas y obtener, así, una mejor visión de las cosas.
Y esa suele ser la razón de la ciencia, tomar lo incomprensible, lo inexplicable, e intentar comprenderlo y explicarlo pese a que antes haya existido quien dijese que no. Uno de los postulados de la ciencia es la no aceptación del principio de autoridad lo que significa que el que alguien haya dicho antes A y demostrado A no es un impedimento para decir ahora B demostrando B con nuevas herramientas y conocimientos que antes no se poseían.
9 comentarios:
Hola Sergio;
Me parece muy interesante tu desarrollo. Sobre todo por el hecho de compartir contigo una justificación acetable hacia lo que no es un conocimiento de tipo científico o que esté aprovado por la tradición. Desde luego(considero),que no podemos olvidar el hecho de que haya percepciones básicas que nos permiten captar los fenómeno (colores, olores, sabores, texturas), y que son fuentes necesarias para una intepretación epistémica del fenómeno (no moral), pues parece (y corrigeme si no), que el "paradigma" está sujeto a una interpretación, además de perceptual, "moral". Los conceptos, que no remiten a un fenómeno, necesariamente espacial, como "árbol"... y me refiero a tu ejemplo de "Burocracia", están dotados de una concepción social que implica una conducta "moral"... lo que tal vez arroje la imposibilidad de observar al fenómeno religioso desde un punto de vista científico u objetivo,pues su objeto tiene que caer en un horizonte de interpretación que guíe y demande no objetualizar al objeto, y creer sin ningún cuestionamiento posterior a la percepción que es una representación que capta al fenómeno (pero nunca en sí mismo)...
Parece que entonces, que nuestro conocimiento está basado en puras creencias... lo importantre aquí es determinar la fuerza de ellas respecto a su objeto y la utilidad que les otorgamos...
Un abrazo
D.Rodríguez.
El paradigma es, por definición, el conjunto de creencias, experiencias y valores que se poseen y ahora recuerdo a Platón quien solía decir que el conocimiento era el subconjunto que se formaba de la intersección del conjunto de las verdades y de las creencias, aunque Platón hablaba (seguramente) de el conocimiento filosófico propio de su época, nacido del uso de la diálectica y la mayéutica.
Normalmente acepto que si bien el método científico procura eliminar todo rastro de subjetividad en la experimentación y el análisis esto jamás se consigue por completo. La misma hipótesis que se plantea con el fin de demostrarla está conformada por la creencia en esa hipótesis y los experimentos que normalmente se realizan procuran exactamente eso, demostrar el planteamiento que se creyó correcto.
En materia religiosa esto es imposible. Un ateo buscará negar la existencia de ese Dios que necesita tanto como un creyente, el cual tratará confirmar su existencia. Pero dentro de la estructura religiosa no se admite siquiera la posibilidad de que Dios no exista, eso es imposible, en la religión lo que prima es el principio de la autoridad, una jerarquía inferior jamás puede cuestionar a la jerarquía superior.
Eso sí sucede en la ciencia pese a que a veces quienes la practican se aferran al principio de autoridad, también es cierto que el descubrimiento de un nuevo paradigma científico produce una revolución del conocimiento de grado superlativo, para comprobar esto solo basta con ver los efectos producidos por la Teoría de la Relatividad General de Einstein.
Un abrazo.
no es un impedimento para decir ahora B demostrando B con nuevas herramientas y conocimientos que antes no se poseían
Entonces si todo es potencialmente cierto, nada es efectivamente cierto.
en la religión lo que prima es el principio de la autoridad
Cierto.
El Hombre no cuestiona la Ley de Dios.
Es parte del trato.
para comprobar esto solo basta con ver los efe...
La razón es que aquello perteneciente al mundo suprasensible es Absoluto mientras que aquello perteneciente a la esfera de lo sensorial es relativo y cambiante.
Dios es el único ente que Es.
Erm, he decidido linkear su blog.
Es de los pocos que conozco que siempre aporta algo interesante.
Un saludete y a cuidarse sr. Rabadá!
:]
Que la gravedad sea una fuerza o una distorsión causada por la masa de un cuerpo en el espacio no hace diferencia en Lo Real: Las cosas caen. Lo cierto es que las cosas caen pero no debemos confundir Lo Real con su explicación aunque la explicación bien pueda servirnos para resolver algunos problemas determinados. Ejemplos: La utilidad de las teorías de Newton ha sido demostrada por su uso antes de disponer de los descubrimientos de Einstein. Para calcular la velocidad de caida libre seguimos, de hecho, utilizando los viejos postulados de la gravitación universal. Las teorías de Einstein sirvieron, a su vez, para fabricar desde la bomba atómica hasta para diseñar los aceleradores de partículas pero que ambas teorías sean útiles y expliquen hechos ciertos no significan que sean ciertas. Sé que hice un embrollo pero espero haberme explicado.
Ambas teorías respondieron necesidades de la época, y fueron revolucionarias en su momento motivando la adopción a sus principios fantásticos avances tecnológicos.
Por otra parte Dios no se explica, la palabra Fe significa, precisamente, creer sin necesidad de demostración. De allí que el paradigma religioso sea irreconciliable con el método científico ¿Cómo algo cuyo método es creer solo si es posible demostrarlo aceptará creer en algo que se niega a la comprobación científica? En definitiva, si tengo Fe no necesito comprobarlo por lo que si lo compruebo no tengo Fe.
No discurriré acerca de si es o no acertado tener Fe en Dios, eso queda a la conciencia de cada uno. De hecho, puedes demostrarle a una persona supersticiosa la futilidad de su superstición pero no por eso la persona dejará de ser supersticiosa.
Por otra parte, según las enseñanzas de Buda no es posible alcanzar la Verdad a través de los sentidos por lo cual la última parte de tu comentario se me antoja budista lo que puede, o no, ser cierto. Sin embargo podríamos inferir que lo Absoluto es Lo Real, y que lo perteneciente a la esfera sensorial es La Realidad, por lo cual tu última frase bien podría ser, también, la forma que tienes de expresarme tu coincidencia con mis pensamientos.
Como ves de una misma frase surgen dos interpretaciones y si usáramos esa frase como ejemplo de lo dicho podríamos decir lo siguiente:
La Frase es Lo Real.
Lo que yo interpreto es La Realidad.
Ahora vos podrías responderme que no conoces los principios de Buda Gautama así que ni por las tapas te referías al budismo sino que me estabas dando la razón, lo que me llevaría a una más exacta comprensión de esta realidad. Por otra parte, podrías decirme que ni budismo ni dar la razón, lo que implicaría que mi noción de realidad, hasta ese momento satisfactoria aunque no absoluta, estaba equivocada.
Un abrazo.
Sergio:
La Frase es Lo Real.
Lo que yo interpreto es La Realidad
Genial.
La Realidad es aquella parte de lo Real que pasa a través de los sentidos.
así que ni por las tapas te referías al budismo sino que me estabas dando la razón
Mi Real es Jesucristo.
Mi Realidad consiste en hacer Su Voluntad lo mejor que puedo.
Sorprendido?
Cuando dije que Dios es el único ente que Es, aludía al Nombre que Dios mismo se dio ante Moisés, ya sabe:
Yo Soy el que Soy
Es decir, Dios al ser un ente Perfecto no voluciona, no cambia, ya Es.
No obstante, comparto la noción budista de que la Verdad no se puede alcanzar a través de los sentidos.
Lo que me choca es ese empecinamiento en oponer Ciencia a lo Real.
La Ciencia debe ser el mejor aliado de la Religión, nunca su adversario, su opuesto.
Si tan Verdad es uno como la otra, no deben llegar ambos al mismo Fin?
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Sintéticamente, estimado Renton, no es posible explicar a Dios a través de la ciencia ya que la ciencia expresa los límites de la comprensión humana, y Dios está más allá de esta comprensión, Dios es inefable por definición.
La Ciencia no se opone a Lo Real, trata de acercarse a Lo Real, para ello intenta por todos los medios de evitar la distorsión que el paradigma del investigador produce, tal es el objetivo del Método Científico, solo que jamás se consigue eliminar la subjetividad en un 100%. Todos los experimentos y estudios científicos producen resultados que han de interpretarse, y se interpretan de acuerdo al paradigma del investigador, como ejemplo te daría los experimentos que apoyaban, por un lado, la naturaleza corpuscular de la luz y por el otro su naturaleza de onda.
Luego, la Ciencia no se opone a la Religión, ambas tratan de cosas absolutamente distintas, la Ciencia trata de la parte material del hombre mientras que la Religión trata acerca de su espiritualidad, de hecho el que se complementen, o no, dependen del individuo ya que es en el individuo donde se reconcilian ambos conocimientos, el religioso y el científico.
Por otra parte, creo en Dios y en Jesucristo, más no creo que la iglesia Católica Apostólica Romana sea la poseedora de la verdad absoluta ni creo que el Papa sea Infalible, desde mi punto de vista la iglesia ha cometido muchísimos errores y muchos de esos errores, Inquisición y Cruzadas incluídas, han sido promovidos desde el papado lo que anula toda noción de infalibilidad papal pero eso, estimado amigo, es parte de MI paradigma y acepto y comprendo a los que no piensan como yo porque puedo ser yo el equivocado.
Ahora bien, quizás debería haberme explicitado acerca de que es lo que yo considero Religión. Creer en Dios no es para mí una Religión, yo llamo Religión al conjunto de ritos y rituales que enmarcan una forma particular de rendir culto a Dios, es decir que para mí los Protestantes, Católicos, Mormones, Testigos de Jehová, Cuáqueros, Adventistas, Evangelistas, Mahometanos, etc., etc., etc., creen en el mismo Dios pero se diferencian en la forma en la cual le rinden culto.
Los ateos, por su parte, son ateos porque niegan la existencia de Dios, eso implica que para ser ateos ha de existir una idea de Dios a la cual negar y eso lo explica mejor que yo F.W.Nietzsche.
Sin embargo existe algo que sí evita que Ciencia y Religión se complementen y ese algo es el Fanatismo y el fanatismo no es propiedad solo de la Religión. Existe gente que es tan fanática de la Ciencia como gente que es fanática de la Religión y desde mi óptica, otra vez, ser un fanático religioso es tan nocivo como ser un científico fanático.
Ejemplo: Existen personas para los cuales el hecho de que exista un Dios creador de la vida es irrazonable y sin embargo sostienen la idea de que la vida en la Tierra ha sido producto de extraterrestres. De hecho, Eric Von Daniken hasta explicaba los Milagros como fruto de la actividad extraterrestre en este planeta.
Como ves, estimado amigo, en ningún momento creo sostener que Dios y la Ciencia no pueden complementarse, lo que sí digo es que los fanatismos no aceptan otra posición que no sea la que sostiene el fanático, esto puede ser dicho de otra manera y esta manera es la siguiente:
La rigidez de un paradigma es inversamente proporcional al nivel de comprensión, aprendizaje y tolerancia del ser humano.
Espero, esta vez, haberme explicado más correctamente.
Un abrazo.
no es posible explicar a Dios a través de la ciencia ya que...
Naturalmente, a lo que yo me refería es que la ciencia debe ser un aliado ala hora de afirmar la obra de Dios y no su detractor.
A modo de ejemplo tomemos el Big Bang.
Lo que demuestra por encima de todo dicha teoría -la más sólida hasta el momento- es sin duda alguna que la Primera Causa, ha de ser forzosamente Metafísica puesto que la Materia, el tiempo, etc, fue creado a partir de ese momento.
Por lo tanto, gracias a la ciencia hemos demostrado la existencia de lo metafísico, de una esfera cuyas reglas escapan de la dimensión espacio-temporal.
Este es un ejemplo de la cuencia como aliado y no como detractor de lo Real.
no creo que la iglesia Católica Apostólica Romana sea la poseedora de la verdad absoluta ni creo que el Papa sea Infalible
Jeje, en serio, NO soy católico.
Durante una época de mi vida fui anticatólico, no obstante eso pasó.
Pertenezco al Ministerio Apostólico Canaán, una iglesia luterana evangélica de Barcelona.
Respecto a lo que dice, soy testigo a diaro que el mayor enemigo de Dios no es el agnóstico, si no aquel que distorsiona Su Palabra hasta el punto de presentarla como algo aborrecible a ojos de la gente.
El Amor no se impone, y el mayor a ojos de Dios es el que sirve a los demás.
Alguien se imagina un Papa, un Obispo o un sacerdote protagonizando la escena del lavado de pies de Jesús?
acepto y comprendo a los que no piensan como yo porque puedo ser yo el equivocado
Wow... poca gente está dispuesta a aceptar que no tiene la exclusividad de la verdad.
desde mi óptica, otra vez, ser un fanático religioso es tan nocivo como ser un científico fanático
Para mí es peor lo primero, puesto que contradice aquello que se quiere defender.
Si apareces como un radical anunciador de castigos infernales a ojos de los demás, obvias el mensaje de la Buena Nueva y pierdes credibilidad.
O sea, si tú no cumples aquello que pregonas y anuncais por qué debería hacerlo yo?
sin embargo sostienen la idea de que la vida en la Tierra ha sido producto de extraterrestres
Ahh, este tema es interesantísimo...
La rigidez de un paradigma es inversamente proporcional al nivel de comprensión, aprendizaje y tolerancia del ser humano
Siento decir que yo no puedo aceptar otra Verdad que no sea la que Jesús nos transmitió porque si lo hiciera me contradicería, no obstante, no perdamos de vista que eso no implica que no respete toda objeción presentada.
Lo único que no respeto es la violencia, la imposición, una política que la mayoría de los que se llaman cristianos han practicado con obsesiva regularidad a lo largo de los últimos 2.000 años.
Un saludo!
pd:
Le recomiendo que eche un vistacillo a los postulados de Mirce Elíade y su Hommo Religiosus, aquel que ha aceptado el hecho religioso como inherente de su ser.
Hola Chicos. Dejen meto mi femenina, juvenil y, por ende, fresca e irresponsable mano. Creo que el poderoso post, trae consigo una irreverencia genial, suficiente para comérselos de un puñado a todos. A pesar de ser muy académico y jalar de la manita de A a B, YO entendí una propuesta de unificación.
Ánimo. El dialogo tiene sus ventajas, pero es increíble cuando en el fondo la comprensión sólo surge.
A diario cargo con mis ideas y mis preocupaciones, la tolerancia me cansa, pero cuando realmente sé que esa posibilidad se haya entre los comensales; hay esperanza de nuevo, para soñar, para todo tipo de utopias.
Y si, bueno, también si no les parece, pues no y ya.
Díganle no a las paradojas, tienen mi poco cerebro hecho queso gruyere!!!
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