miércoles, 14 de julio de 2010

¿Como dividir una torta?


Leyendo en Menéame me entero que la CEOE (Confederación española de organizaciones empresariales) le enviará al Ejecutivo un documento titulado “Políticas para recuperar la confianza en la economía española”.

En este documento, y según el diario ABC, proponen 4 cosas para reducir el déficit:

1. Reducir el gasto en personal despidiendo a los funcionarios menos productivos y haciendo que el recorte salarial se ajuste a la productividad de cada empleado (Aquí supongo una relación inversa, a más productividad menor recorte salarial).
2. Aumentar la participación de la empresa privada en la gestión de los servicios públicos.
3. Reducir la cantidad de entes públicos, privatizando los más endeudados y suprimiendo los menos eficaces.
4. Una mayor sensatez en las prioridades del gasto público ya que, a juicio de la CEOE, no es sensato que la partida de ayuda al desarrollo sea equivalente a los presupuestos de Justicia y seguridad ciudadana.

Analicemos las medidas. La medida número 1 es, a mi parecer, claramente demagógica. La mayoría de las personas piensan que los empleados públicos se rascan todo el día y no moverían un dedo para ayudarlos a defender sus derechos así que ¡A por ellos! Los empleados públicos suelen ser la carne de cañón cuando se trata de reducir el déficit y la verdad es que digan lo que digan y a menos se deje de lado el sistema burocrático en la gestión pública los empleados públicos son necesarios. Despedirlos sin más no ayudaría a resolver la crisis, ya que de eso debería tratar el documento, no de cómo reducir el déficit sino de cómo resolver la crisis, solo aumentaría la cantidad de personas con derecho a la prestación por desempleo con lo que lo único que se conseguiría es cambiar el costo de apartado, es decir, en lugar de apuntarlos como funcionarios los apuntamos como desempleados… Y el tema de recortar de acuerdo a la productividad de cada uno daría, a las administraciones, cierto poder para presionar a funcionarios que a nadie, bueno, quizás a unos pocos, les interesaría que pudiesen ser presionados, como a los inspectores de hacienda, que vigilan a los empresarios, que redactaron este documento… Perdón, pero el verano me pone conspiranoico.

Acerca del punto 2 me animo a hacer una predicción. Si se aumenta la participación de la empresa privada en la gestión de los servicios públicos tendremos servicios públicos de menor calidad a mayor costo. Menor calidad porque trabajarán con estándares mínimos y empleados mal pagados, mayores costos porque la empresa privada busca generar beneficios, cosa que la empresa pública puede, en cierta medida, dejar de lado. Que la empresa pública sea ineficiente es una falacia creada por los defensores de la empresa privada, de hecho la sanidad española es mejor que la estadounidense, y la sanidad estadounidense está casi por completo en manos privadas. Los españoles, en su gran mayoría, no tienen que lidiar con cosas como “las enfermedades pre-existentes” ni con contratos inentendibles escritos con letra chica. Lo que este punto busca no es reducir el déficit, sino el generar oportunidades de negocio ¿Y dónde está la gente que puede aprovechar estas oportunidades?

El punto 3, por su parte, habla de privatizar los entes públicos más endeudados ¿Qué piensan que significa esto? Exactamente, más oportunidades de negocio. La privatización de las empresas públicas suele causar más problemas que beneficios. Por empezar se pagaría un precio inferior al valor real de la empresa, luego se despediría gente (reconversión empresarial llaman a esto, por lo general, aunque seguramente el lenguaje de “las razones por la que te despedimos” ha de haberse modificado en los últimos años) que pasarían a engrosar la lista de desempleados que cobran la prestación de desempleo, otra vez se cambia el costo de lugar, el déficit no sufriría mucho, el Estado se pauperiza, los empresarios ganan.

La segunda parte de este punto “las menos eficaces” que, en ABC extienden a las que también “estén duplicadas” como las oficinas de turismo y comercio… El problema aquí es como medir la eficacia. En la empresa privada esto es fácil, eficaz es lo que da ganancia, eficiente lo que da ganancias al menor costo posible ¿Sencillo no? Pero en la empresa pública la palabra ganancia no cuenta, tampoco la palabra beneficio, lo que cuenta es la calidad del servicio que la oficina da a sus usuarios, es decir, el ciudadano de a pie ¿Será el ciudadano el que decida acerca de esto? ¿Será un nuevo ente llamado “baremo de la calidad en la administración pública”? La verdad es que a mí, conspiranoico nato en los últimos tiempos, esto de andar amenazando a oficinas con el cierre se me ocurre otra forma de presión… Además ¿Qué se hará con las personas que trabajaban en esas oficinas? ¿Más desempleados? ¿Más para el fondo de prestación por desempleo?

Por último, el punto 4. No sé si es, o no, sensato que la partida de ayuda al desarrollo sea equivalente a los presupuestos de Justicia y seguridad ciudadana, lo que no me parece sensato es reducir lo asignado a Justicia y seguridad ciudadana para aumentar la partida de ayuda al desarrollo, lo que no me parece sensato es pensar que la reducción del gasto público ayudará a paliar una crisis económica provocada por el retraimiento del mercado financiero, lo que no me parece sensato es proponer medidas recesivas para salir de una recesión.

El gobierno español tiene que equilibrar su presupuesto, ha de reducir el déficit pero no achicando gastos, sino aumentando sus ingresos, y para aumentar sus ingresos lo que necesita es perseguir de manera implacable la evasión fiscal (Caramba ¿Dónde se nuclean los que evaden?), tomar medidas para que los poseedores de grandes cantidades de dinero negro se vean obligados a blanquear estas sumas pagando los impuestos correspondientes, poner en marcha mecanismos que hagan caer el peso del costo que conlleva la resolución de esta crisis en quienes la han provocado, y no en la sociedad en general y, muchísimo menos, no en quienes menos tienen que son los que hasta ahora han venido pagando este costo.

3 comentarios:

pereyra dijo...

Los empresarios estan muy activos ultimamente, y sin la menor vergüenza ante desastres como las empresas de Ferran. Mientras tanto la ciudadania (no se me ocurre hablar de clases obrera o popular, tras la eficaz disolución de la conciencia de clase) no toma partido, no tiene opinion mas que la inducida por los medios y esta totalmente desmovilizada.
Es dificil ser optimista...

Sergio dijo...

Muy difícil, y creo que el problema pasa porque en épocas de prosperidad, el pueblo olvida que esa prosperidad depende de su capacidad de defenderla.

Anónimo dijo...

Enhorabuena porque eres mi blogger predilecto. Solo quería animarte a seguir escribiendo ya que das profundidad temas y cuestiones que son solo esbozos en mi cabeza.

Un saludo enorme de mi parte y de todos mis amigos a los que les mando tus escritos.