sábado, 26 de abril de 2008

creando la realidad


En el post anterior he hablado de los paradigmas ¿Por qué vuelvo sobre el tema? Porque a través de la manipulación de los paradigmas se puede manipular, a su vez, a las personas. Lo Real y la Realidad son dos cosas diferentes. Lo Real es independientemente del observador, la Realidad es lo que este observador percibe, percepción que está condicionada por el paradigma de este observador por lo cual, evidentemente, si logramos influir en este paradigma influiremos en la percepción que este observador tiene de lo Real, es decir, podemos generar una Realidad distinta y afín a nuestras necesidades.

Definido el paradigma como el conjunto de creencias, valores y experiencias de una persona dada mediante el cual esa persona entiende lo que percibe construyendo su idea de Realidad, es lógico suponer que modificando uno o dos de estos factores podemos modificar la manera de entender lo que se percibe y, por lo tanto, modificaremos su Realidad.

Esto, que parece imposible, ha sucedido en incontables ocasiones. Un avance científico, por ejemplo, puede provocar una modificación brusca del paradigma y cuando esto sucede puede encontrar una fuerte oposición social y hasta el rechazo general, tal como les ocurrió a Galileo y posteriormente a Darwin, para ser aceptado luego de manera paulatina.

Otros ejemplos de manipulación del paradigma a nivel social se encuentra en la historia, más precisamente, en la forma en la cual el partido nazi llega al poder en Alemania. El encargado de la publicidad del partido era consciente de que una mentira repetida la cantidad suficiente de veces se convertía en verdad y ese fue el sistema empleado.

En la actualidad este sistema sigue empleándose, basta con ver como dan una misma noticia dos periódicos de distinta ideología, pero también se utiliza esta propiedad de los paradigmas para manipular la bolsa, la economía en general, etc.

Podemos percibir que una empresa determinada es solvente y que conviene invertir en ella, sin embargo esta solvencia puede ser falsa, inexistente, y estar solventada por una hábil acción de Marketing. Para que de mejores resultados podemos fortalecer esta imagen con el aval de una de las más prestigiosas firmas auditoras conocidas. Tal fue la forma en la cual la empresa Enron se transformó en una de las compañías favoritas de los inversores estadounidenses, sin embargo, al ser descubierta la forma en la cual operaba esta sus acciones cayeron vertiginosamente, constituyéndose como una de las mayores estafas conocidas.

Esto nos indica que modificar el paradigma modifica nuestra percepción de lo Real, es decir, nuestra Realidad, pero cuando la distancia entre la Realidad y lo Real es demasiada el ser humano tiende a modificar su paradigma para reinterpretarla. Podemos influir, pero no eternamente y cuando más difícil sea discernir la distancia entre Real y Realidad provocada espuriamente más posible será el realizar una manipulación exitosa, cuando más personas o instituciones que tienen, para nosotros, autoridad avalen esa modificación, más exitosa será la manipulación realizada.

Otro ejemplo de esto es la forma en la cual pretende controlarse la inflación, para ello se sube aún más el Euribor y se hace hincapié en que no han de incrementarse los salarios, cuando en realidad la inflación, definida como la emisión de dinero en un índice superior al incremento del PBI o PNB, está mayormente provocado por la gran acumulación de capital de los grandes inversionistas y empresas cuyas fortunas impactan más poderosamente la economía de este país que los jornales y salarios de la masa trabajadora.

Se nos dice que el aumento de salario provoca inflación, cuando la inflación es provocada por las grandes empresas productoras de bienes y servicios que incrementan sus precios para mantener constante sus márgenes de beneficios y poder capturar así el excedente de circulante sin tener que invertir más en maquinarias y/o empleados.

Tanto se han repetido estas cosas que tendemos a incluirlas en nuestro paradigma interpretando así lo Real de la manera en la que se espera que lo interpretemos, esto es, en beneficio de las clases más pudientes que son quienes poseen todos los resortes económicos y el poderío financiero.

martes, 15 de abril de 2008

de la percepción y la ciencia o de porqué debemos morir aprendiendo


Se define la palabra “percepción” como a una sensación interior nacida de una impresión material hecha en nuestros sentidos y como el conocimiento o la idea que de ella proviene. El hecho de que al percibir una cosa o hecho tengamos sensaciones y emociones asociadas ha servido de base para más de un discurso filosófico acerca de la realidad. Para Lacan, por ejemplo, la realidad está compuesta de las cosas tal y como son percibidas por los seres humanos, subjetivamente, mientras que “lo real” estaría compuesto de las cosas tal y como son independientemente de la percepción humana. Muchos otros seguidores de distintas doctrinas han discutido acerca de lo que es la realidad, los solipsistas y los budistas entre ellos.

Para el hombre de la calle, léase nosotros, la realidad es lo que podemos ver, tocar, sentir a través de nuestros sentidos o comprender a través de nuestras mentes. La palabra burocracia define, por ejemplo, a un ente abstracto que posee, para el hombre de la calle, entidad propia. Podemos percibirla (sufrirla) aunque no podamos verla. De la misma forma un mismo hecho puede ser percibido de dos formas completamente diferentes por dos personas distintas. El político Tal bien puede ser percibido como el salvador de la patria por A y como el traidor a la patria por B. Esto sucede porque si bien A y B observan la misma realidad la observan desde puntos de vista diferentes, lo que para B es acertado para A es un error y viceversa, de allí la distinta percepción de un mismo hecho.

Si llamáramos
paradigma al conjunto de experiencias, creencias y valores que conforman el modelo o patrón que influye en la manera en que una persona percibe y responde a "lo real", bien podríamos concluir que esa persona considerará “bueno” al político que más se acerque a su modelo y “malo” al político más alejado al mismo. A su vez deberíamos aceptar que dos personas no poseerán paradigmas idénticos, pero que sus paradigmas si presentarán rasgos de semejanza. Podemos entonces concluir que cuando más rasgos de semejanza presenten dos paradigmas, más probable es que dos personas logren llegar a concordar las diferencias existentes entre sus puntos de vista mientras que si los paradigmas son por completo desemejantes el concordar es prácticamente imposible.

Sin embargo, en el aspecto religioso nos encontramos que si bien la mayoría de las religiones poseen paradigmas similares no suelen concordar jamás, sino más bien oponerse entre ellas o, como máximo, ser tolerantes con la existencia del otro. Esto sucede porque la mayoría de las religiones sostienen que su manera de hacer las cosas es la correcta, no hay más. Aceptar un “acuerdo” con otro culto los conduce a aceptar que en el otro culto hay también parte de verdad cosa verdaderamente inaceptable. Para la religión no es el paradigma lo importante, no es el modelo, sino la forma en la que uno se acerca a ese modelo. Dicho de otra forma, consideramos que si dos semillas dan como resultado una planta de trigo ambas semillas son de trigo, pero desde el punto de vista religioso importa más para donde se inclina la espiga, la cantidad de granos, la forma y tiempo en que ha crecido, que el producto final en sí.

Es decir que desde el punto de vista religioso dos semillas de las cuales germina trigo no son dos semillas de trigo necesariamente. Cuando más se encierra un practicante religioso en su paradigma, mas se convierte en un fanático, más difícil es concordar con él. Esto nos lleva a concluir que el apego a un paradigma conduce al fanatismo y que ese mismo apego, al evitar que podamos perfeccionar el modelo adoptando puntos de vista más o menos similares pero no idénticos, conducen al inmovilismo. Ese inmovilismo, esa cerrazón a toda otra opinión que difiera, aunque sea levemente, de nuestro paradigma es lo que define a un fanático.

A su vez, si aceptamos que cada uno tiene un paradigma distinto, semejante o no al de quienes nos rodean, deberíamos aceptar que no hay una sola realidad sino que estas son infinitas ya que la interpretación de cada conjunto de hechos depende del paradigma de quien observa a estos hechos ¿Cómo podemos, entonces, decir que la realidad es? Lo real es, independientemente de que lo observe, o no, un ser humano. Dicho de otra forma y excepto para los solipsistas una vez que nos muramos el mundo seguirá andando, independientemente de que estemos, o no, en él. Podemos decir, entonces, que existe un conjunto de hechos y cosas que es real, independientemente del observador, y que los observadores tienen percepciones distintas de ese conjunto, percepciones más o menos alejadas de él. Sin embargo estas percepciones coinciden con lo real en mayor o menor medida, es decir que todas las percepciones excepto, quizás, la de los locos, abarcarán una porción de lo real. Esto nos conduce a decir que si lográsemos conocer todas las percepciones y si pudiésemos erradicar, de manera objetiva, las partes de ellas que no coinciden con lo real, tendríamos la más exacta visión de lo real posible.

¿A dónde nos conduce esto? Nos conduce a inferir que es la suma, no la resta, lo que nos permite acercarnos a la verdad en cuanto a lo real, que el aislamiento y el fanatismo nos alejan de esa verdad, de lo real, y que aquello en lo cual coincidamos todos tiene más probabilidad de ser cierto que aquello en lo cual pocos coincidan.

Pero entonces surge la paradoja mayor acerca del paradigma y de las percepciones ¿Qué sucedería si todos coincidiéramos en una idea falsa? Esto es posible y de hecho una vez en la historia todos coincidían, al menos la mayoría, en que la tierra era plana y en que los planetas y el sol giraban a nuestro alrededor. El paradigma depende del conjunto de conocimientos que se poseen en una época determinada, el modelo o ejemplo que tenemos como patrón depende de nuestro conjunto de conocimientos y depende de nuestra predisposición al aprendizaje, al querer saber más de lo que sabemos. Esto implica que el paradigma si bien nos es útil puede también ser nuestro enemigo si dejamos de aprender y de considerar cosas que escapen o queden fuera de él.

Lo importante, desde mi óptica, es comprender que tenemos un modelo o patrón a través del cual interpretamos los hechos y que un hecho que no concuerde con este modelo no ha ser rechazado o eliminado de cuajo, sino analizado y estudiado con espíritu abierto para entenderlo y sumarlo a nuestro bagaje de herramientas y obtener, así, una mejor visión de las cosas.

Y esa suele ser la razón de la ciencia, tomar lo incomprensible, lo inexplicable, e intentar comprenderlo y explicarlo pese a que antes haya existido quien dijese que no. Uno de los postulados de la ciencia es la no aceptación del principio de autoridad lo que significa que el que alguien haya dicho antes A y demostrado A no es un impedimento para decir ahora B demostrando B con nuevas herramientas y conocimientos que antes no se poseían.

premios Dardo



Mi vecino de blogósfera y administrador de la bitácora Mis Pensamientos 2.0, conocido internacionalmente como Kurtz, me ha otorgado el premio Dardo (cosa que le agradezco) y metido a la vez en un problema ya que debería elegir a 15 nuevos destinatarios de este premio pero entre dos de los premiados, él y el administrador de la bitácora Im-Pulso, Félix Soria, han acaparado la mayor parte de las páginas que leo por considerar que "donde ponen el ojo ponen la opinión justa". No sé si se puede repremiar a los ya premiados ni si es posible declarar desiertos algunos premios por lo que me he decidido a decretar la atemporalidad del mismo teniendo, el susodicho o sea yo, el tiempo que le plazca para completar su lista de 15 premiados.


Por ahora hago entrega del testigo a estos blogs y sus administradores:




Y ya iré completando mi lista de 15 con tiempo, acierto y mesura (ejem).




martes, 8 de abril de 2008

el que las hace ¿Las paga?

Nota del autor: Este post nace del comentario que Renton ha dejado en mi post anterior, comencé a contestarle y salió esta “persiana” que cada vez se enrollaba más fuertemente por lo que he decidido darle identidad y colocarla en el blog como un post con todas las de la ley.

Existe una antigua puja entre los partidarios del mercado libre y del mercado regulado por el estado, según los primeros los precios han de ser fijados por la teoría (jamás ley) de la oferta y de la demanda y según los segundos el Estado ha de intervenir activamente en el mismo estableciendo una serie de leyes y normas que regulen las operaciones que en él se realicen (Un ejemplo de esto son los precios de referencia o la fijación de precios máximos). Ambas teorías se han aplicado e invariablemente el resultado ha sido el mismo…

Si un mercado se libera por completo, si el Estado no interfiere, se produce una brutal transferencia de riqueza de las clases más desposeídas hacia las clases más pudientes gracias a las actividades especulativas de los creadores de crisis porque, a no dudarlo, las crisis se crean porque son altamente rentables. El mejor ejemplo, dado en el post anterior, fueron los últimos sucesos en el mercado de la vivienda español.

Si los precios en un mercado tienen valores máximos fijados por el Estado, la regla indica que habrá desabastecimiento por acapararse la mercadería y nacerá un mercado negro donde se especulará con esta mercadería. También se produce una transferencia de riqueza de manos de las clases de menores recursos hacia las clases de altos recursos, favorece el nacimiento de distintas mafias y acostumbra al pueblo a romper la ley (hay numerosos ejemplos en la historia).

Saquemos ahora el común denominador de ambas metodologías económicas ¿Qué es lo que sucede en ambos casos? Transferencia y concentración de la riqueza. En ambos casos las clases de menores recursos son las que sufren “el problema” y, por supuesto, quienes deberán ajustarse el cinturón a la hora de aplicar “la solución”.

¿Por qué, si en ambos mercados se produce concentración de la riqueza, las clases acomodadas prefieren el mercado sin regulaciones? Porque en el primer caso pueden hacer ostentación de riqueza, mientras que en el segundo no ¿Cómo justificar el incremento de la riqueza particular en un mercado altamente regulado? No se podría sin admitirse, por ejemplo, que se negocia en el mercado negro con esos productos que “mágicamente” han desaparecido de los stocks de sus empresas.

El mercado libre, sin regulaciones de ningún tipo, permite transformar en legales las acciones especulativas que cualquier mercado regulado prohíbe y pena. Por ejemplo, la manipulación de precios, los comportamientos
monopólicos u oligopólicos, etc. tal y cual podemos apreciar hoy. Al mismo tiempo, la existencia y posibilidad de comprar acciones con derecho a voto de múltiples empresas a través del mercado financiero permite la creación de holdings que, en la práctica, pueden llegar a controlar el comportamiento de más de un mercado con más eficacia que el mismo Estado transformando al holding en un Estado dentro del Estado.

Al alcanzar este poder, los holdings pueden constituirse en generadores de
crisis en su propio beneficio, esto es, manipular el mercado con señales falsas y noticias alarmantes con el objetivo de crear una corriente de pensamiento favorable a sus intereses particulares.

De hecho, en los últimos años se han vivido varias crisis económicas y, pese a ello, los beneficios de las grandes empresas siguen aumentando lo que indica, claramente, que se han beneficiado, y no perjudicado, en cada una de las distintas coyunturas.

También, y de la misma forma en la cual un partido político puede llegar a transmitir información negativa y contradictoria para desestabilizar el ejercicio de gobierno llevado adelante por su opositor, una empresa puede “hacerle” la guerra a otra con el único fin de absorberla al menor costo posible (Recordar la oportuna
compra del banco de inversiones Bear Stearns por parte de uno de sus principales competidores, que ha pagado por sus acciones con un 93% de descuento respecto del valor que tenían el 14 de marzo de este año).

La pregunta del millón es, entonces: ¿No sería hora de que los costos de las distintas crisis económicas los paguen aquellos que se benefician con ellas?

Advertencia: El responder “Sí” a la anterior pregunta los transformará automáticamente en gente de “izquierdas” por más que hayan votado a quien hayan votado.

sábado, 5 de abril de 2008

del FMI o el guía ciego (ejercicio discursivo parietal)


Existen algunos casos comprobables de personas que han estado de ambos lados del espejo, dando nombres podemos mencionar a Vidoq que de ladrón terminó siendo jefe de la Sûreté Nationale o Frank William Abagnale Jr., que de estafador pasó a ser director de una compañía que asesora a los bancos sobre sistemas de seguridad y cuya vida sirvió de base para la película “Atrápame si puedes” . La clave de ambos casos es, para mí, que ambos no tuvieron que cambiar su manera de pensar, es decir, siguieron pensando de la misma manera pero con distintos fines, de pensar “para robar” pasaron a pensar “para evitar que me roben”.

¿A qué viene esto en este blog en el que suelo hablar de economía, política y otras zarandajas por el estilo? Viene porque se conjuga con mi deseo de hablar acerca del
Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros grupos económicos en cuanto a su costumbre de dar consejos acerca de política económica y de la actitud mayoritaria de tomar esos consejos, sugerencias, análisis, etc. como “palabra santa”. ¿Y qué tiene que ver Vidoq con el FMI? Preguntarán aquellos que no suelen ver la quinta pata del gato, pues que al dar consejos, sugerencias, al hacer análisis de la situación económica, al ofrecer sus “especialistas” para ayudar a los países con problemas económicos el FMI ocupa el rol del que pide dinero… sin abandonar el rol de ser el que lo presta.

Mirar hacia atrás es útil, nos permite descubrir que muchos de los países puestos como ejemplos de resurgimiento económico en su día por el FMI, la Argentina de Menem es una clara muestra, terminaron al corto plazo inmersos en hondas crisis económicas con una extraño paralelo: Cuando más fielmente se aplicaban las sugerencias, consejos, cuando más al pie de la letra se tomaban los análisis económicos del FMI por parte de estos países, más profunda la crisis en la que se sumergían.

Sin embargo, si analizamos el tipo de medidas sugeridas por los gurúes del éxito veremos que hay algunas que siempre se repiten, son casi medidas costumbristas, entre ellas están la de sanear el presupuesto público a expensas del gasto social, generación de un superávit fiscal suficiente para cubrir los compromisos de las distintas deudas externas, eliminación de los subsidios a la producción y los aranceles de comercio exterior, reestructuración del sistema impositivo buscando la implantación de impuestos directos como el IVA, eliminación de las barreras cambiarias (libre flotación de divisas y mercado abierto), fomentar una política económica de libre mercado sin injerencia del estado, aplicar políticas de flexibilización laboral (gracias Wikipedia).

Bien, corriendo el riesgo de que me tomen por un animal anti-económico o, lo que es peor, por un erudito en la materia diré algo que respaldan los hechos: Ninguna de estas medidas se ha mostrado útil para asegurar el desarrollo económico en país alguno y, yendo más lejos, su aplicación puede asociarse inexorablemente a las crisis subsiguientes.

¿Por qué, entonces, se respeta la opinión del FMI y se acepta su intervención en el área económica de algunos países? Ha de ser el riego, como decía Punto y raya, el riego de préstamos que se asegura el gobierno que se compromete y ejecuta estas medidas (ej. gobierno menemista en Argentina), préstamos que se dan sin que el FMI tenga forma de saber en que se aplican, por cierto.

Algunos dirán que bueno, que es normal cometer errores pero que la experiencia nos permite aprender y mejorarnos, a esos yo les diría que lean la siguiente noticia firmada por James Cogan y titulada “
Las medidas del Fondo Monetario Internacional causan estragos en el pueblo iraquí” que confirma que a los brujos parecen no funcionarle los hechizos ¿O sí?.

Vidoq, un ladrón que sabía los métodos y la sicología de los ladrones por serlo, usó esa sabiduría personal para resolver los casos cuando le tocó ser policía. Frank William Abagnale Jr. sabía más que nadie de la falsificación de cheques y de la filosofía de la estafa, algunos le dicen método, cuando le tocó trabajar del lado de los “buenos” simplemente creó un cheque que él con sus conocimientos no pudiese falsificar y un método bancario que no pudiese sortear, y resultó un éxito.

El oficio del FMI y de organizaciones por el estilo es el de dar préstamos, si aplicamos el sistema inverso utilizado en los dos casos anteriores podremos concluir, muy poco científicamente por cierto, que el otro lado del FMI le permite conocer cómo hacer para que esos préstamos sean devueltos, pero en ningún caso lo habilita a saber cómo ayudar a desarrollar un mercado o un país entero. Solo sabe qué medidas han de tomarse para asegurar el retorno de su dinero, y eso hacen, con los resultados que resultan (chiste, tal vez).

Si alguien toma un préstamo bancario sabe que ha de gastar menos de lo habitual para poder pagarlo, lo que busca el FMI entonces es que los países reduzcan el déficit reduciendo el gasto público y aumentando los impuestos y el lector avisado sabe que estas medidas son recesivas, frenan el desarrollo, no lo promueven.

Sin ir más lejos, el mismo
Franklin Delano Roosevelt sacó a los Estados Unidos de su peor crisis financiera acrecentando el gasto público (y gracias a una guerra también, la verdad sea dicha), aparentemente existe una correspondencia entre desarrollo económico y gasto público, esta correspondencia puede verse en los últimos tiempos en países como España donde el gobierno declara tener superávit por un lado y donde los economistas señalan que se está a las puertas de una recesión, sino ya en recesión, por el otro. Paradójico ¿No?

Sumemos a esto que los gurúes del FMI
auguran que el precio de la vivienda en España caerá hasta en un 20% en los próximos años porque las viviendas están sobrevaloradas pero ¿Cómo puede sobrevalorarse un bien en un mercado cuyos precios son regulados por la oferta y la demanda? Si esto fuese posible toda la teoría económica de Adam Smith estaría equivocada y si está equivocada, también lo está el neo-liberalismo.

Sumándose a esto, bien podríamos decir que el mercado de la vivienda en España tenía los visos del mercado perfecto. No estaba regulado por el estado, los precios eran establecidos por la relación oferta-demanda, tanto la demanda como la oferta estaban lo suficientemente diversificadas como para asegurar la inexistencia de monopolios, la fuente de dinero, léase bancos, también carecía de monopolios que podrían haber distorsionado las fuerzas del mercado, sin embargo las cosas se fueron a pique.

Indudablemente el FMI no puede decir que la culpa de algo la tiene la filosofía que sostiene como ideal y quedarse tan tranquilo. Si las fuerzas establecidas entre la oferta y la demanda provocan resultados que luego declaran como “la fuente del problema” (la sobrevaloración que se registra en los precios de la vivienda) y como futura causa de una crisis económica han de reconocer que la filosofía que defienden y promueven, que tiene a la relación entre oferta y demanda como la más eficaz fijadora de precios, está meando fuera de tiesto.

Y si el FMI reconoce que uno de los fundamentos esenciales de la filosofía económica que sostiene y aplica es el causante de la crisis del mercado de la vivienda en España ¿Por qué sigue sosteniéndola?

Y me pregunto si nadie más ve esta incongruencia…